Las Palmas de Gran Canaria
La crisis económica
también afectará al trabajo de los miembros de la Guardia Civil, sobre
todo de la sección de Tráfico.
El Ministerio del Interior ha
impuesto una serie de medidas para reducir gastos entre las que se
incluye hacer menos kilómetros o no realizar controles de alcoholemia si
el agente cree que dará negativo.
Sólo se realizarán pruebas de
alcoholemia en caso de infracción o accidente, realizando únicamente
pruebas en los muestreos preventivos a los conductores en los que se
tenga certeza de influencia alcohólica».
Esta es,
textualmente, una de las medidas que la Dirección General de la Policía y
de la Guardia Civil ha comunicado a los agentes de la Benemérita para
reducir costes.
En el caso de los controles de alcoholemia, el
ahorro vendrá por un menor gasto en las boquillas de las pruebas.
Sin
embargo, muchos guardias civiles han puesto el grito en el cielo dado
que existen muchas artimañas para simular que no se ha bebido y que el
agente no puede detectar a simple vista, permitiéndose a alguien que ha
bebido continuar conduciendo con el riesgo que esto supone.
Tampoco
se realizarán servicios de radar en movimiento sino en vehículos
estacionados en los arcenes de las autopistas.
Otra de las medidas
para ahorrar combustible será reducir la velocidad al menos un 20% con
respecto a la máxima permitida en la vía, facilitando el adelantamiento y
reduciendo así la capacidad de sorprender a un conductor que comete
alguna infracción como hablar por el móvil o no llevar el cinturón.
También
tendrán que incrementar el número de estacionamientos y permanecer en
ellos al menos 30 minutos; dejar que el vehículo circule por su propia
inercia en las bajadas; y reducir al máximo el uso de motocicletas,
vehículos camuflados y todoterrenos.
Por supuesto se insiste en el
ejercicio de la conducción económica con ventanillas cerradas, sin
frenazos bruscos y vigilando la presión de los neumáticos.
Otra de
las apuestas para evitar traslados es el fomento de las
videoconferencias para las comparecencias judiciales.
El control del
gasto telefónico es otro de los objetivos. Los agentes tienen
prohibidas las llamadas de fijo a móvil o viceversa y se suprimen la
totalidad de las llamadas particulares.
El operador de la centralita
será quien autorice las llamadas externas a móviles o provinciales.
También se pedirá explicaciones a los agentes que superen los límites
que se consideran precisos para las llamadas oficiales y todos deberán
hacer uso de los mensajes de texto para comunicar datos concretos y
evitar así que una llamada se extienda.
Por otro lado, se utilizará
el correo electrónico en todos aquellos casos en los que se pueda
sustituir a otros medios como el fax o el correo ordinario.
El gasto
energético también está en el punto de mira. Las instrucciones señalan
que hay que apagar todas las luces de las dependencias al abandonarlas.
Se limitará el uso de la impresora y más aún si ésta utiliza tinta de
color. El aire acondicionado deberá estar a 26 grados en verano y a 21
en invierno y se colocarán bombillas de bajo consumo en todas las
instalaciones.
Por último, las dietas por vigilancia de servicios y
otras comisiones con derechos a indemnización serán las mínimas
indispensables.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=168186